Desde el momento en
el que empieza la película, usted y yo nos podemos sentir en el papel de la
reportera Ángela y su camarógrafo al documentar el trabajo que realizan los bomberos
en una noche cualquiera, sin saber que para muchos sería la última.
Imagínese que se
presentara el caso de un virus carnívoro en la casa o edificio donde usted y su
familia viven, el cual se transmite por mordidas de la persona infectada, sería
para entrar en pánico sin pensar claro y saber que hacer al ver a sus vecinos
tomar un estado inconsciente, en donde después de algunos minutos reaccionan de
manera violenta y ¡peor aún! La policía no lo deje salir para poder salvarse.
En mi caso, creo que me escondería en el último rincón en donde nadie pueda ir,
sin hacer ruido, sin respirar, solo me quedaría organizando mis ideas y
tratando de buscar alguna salida efectiva.
Ahora bien ¿se
trata de un virus o de un ente demoniaco? Creo que sería más fácil controlar la
primera opción, ya que con la segunda de solo pensarlo se ponen mis bellos de
punta y ahí sí, no hay santo a quien rezarle para salvarme de esa situación.
Y ni hablar del
ático o cuarto de san alejo en donde guardamos cosas antiguas que no
utilizamos, reliquias, etc. ¿Qué tal allí se esconda el peor de nuestros miedos?
La Fundación Hikari
Yami sigue con su ciclo de terror y en esta oportunidad rodaremos REC, una
película que nos muestra cómo podemos filmar todo lo que ocurre en nuestro
alrededor.
Al caer la noche te
esperamos a las 7:00 pm en la 57B, anímate y trae a tus amigos y por favor
antes de dormir no olvides revisar muy bien cada rincón.
Síguenos en
nuestras redes sociales con el Hashtag #TerrorEnLa57B
Carolina Gómez
