A
causa de la pandemia causada por el Covid-19 que actualmente ha paralizado el
mundo, uno de los sectores que se ve más afectado por las circunstancias es el
sector económico. Según el DANE, en Colombia el 47,7% de la población genera
ingresos de manera informal o independiente. Aunque las medidas preventivas por
parte del Gobierno Nacional implican permanecer en cuarentena y no salir a las
calles para evitar la propagación del virus, son millones de familias las que
dependen del sustento diario que estas ventas les generan.
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Foto por: Getty Images
El
Instituto para la economía social (IPES) ratificó que la totalidad de la
población que subsiste a través de la informalidad será apoyada por las
entidades gubernamentales, sin embargo, una gran parte de esta población
asegura que aún no ha recibido ningún tipo de ayuda o subsidio por parte del
gobierno. Así mismo, algunos vendedores afirman que le temen más a ver morir de
hambre a su familia que a arriesgar su salud frente a la complicada situación
con el Coronavirus. Pero, como lo indica
el Analista Político Luis Agudelo
en una entrevista realizada para la emisora Radio Rumbo, no solamente el
vendedor informal es el que venden en las calles sino también todos aquellos que venden desde
sus casas distintos productos que son de primera necesidad para las personas,
negocios los cuales no pueden poner en funcionamiento debido a la cuarentena y
sus medidas de seguridad.
Por
estas razones han surgido diferentes iniciativas por parte de entidades no
gubernamentales, empresas privadas y algunos personajes influyentes para
brindarles una ayuda, ya sea económica o alimenticia, a estas familias y a la
población de adultos mayores durante el tiempo que dure el país en cuarentena.
Para bien o mal la desigualdad en Colombia se vive de igual manera con o sin la
crisis por la pandemia como se pudo evidenciar hace unos días con la entrega de
los subsidios, en donde se vieron beneficiadas personas con mejores condiciones
de vida que otras.
¿Cómo afecta la paralización de las
ventas informales e independientes a la economia del pais?
Damian
Forero, economista egresado de la Universidad de los Andes y actual asesor de
proyectos de la alcaldia de Chia, afirma que el parar este tipo de ventas
implica más gastos para el estado y que los gastos públicos, los subsidios y
todo tipo de ayuda en general se traduce en un mayor crecimiento en los índices
de corrupción para el país, abriendo camino a temas como el desvío de recursos
como se ve reflejado en estos momentos en municipios como Ibague, Ocaña,
Casanare entre otros. En los cuales se han visto contratos que duplican sus
valores a lo que realmente costaron. También corrupción por parte de las
entidades públicas y la malversación en los precios relativos de ciertos
productos en los grandes almacenes de cadena.
Esta
situación también implica un alza en la tasa de desempleo a nivel nacional
dicho por Luis Agudelo, analista Politólogo, donde aseguraba que el desempleo
para febrero estaba en un 12.5% según el DANE y que al día de hoy ya presenta
un alza del 20%, lo que afecta muy gravemente a la economía en el país.
Teniendo en cuenta que si crece la cantidad de personas en condición de
desempleo disminuye el consumo y la demanda de los productos, de igual manera
se ve afectada la producción, la empleabilidad y en última instancia el flujo
de la actividad económica, encaminando así a los desempleados a recurrir a la
informalidad.
¿Cuánto nos hace falta por vivir en
Colombia económicamente hablando?
Aún sabiendo que la cuarentena se extiende y que todos los días las noticias
nos muestran los índices que indican que la economía, no solo del país sino del
mundo en general, va en decadencia. Esta crisis genera más gastos para el
gobierno quien se ve en la obligación de socorrer a la ciudadanía, para cubrir
todos los gastos se recurre a generar deudas con otros países las cuales
terminarán sumándose a los impuestos y demás formas de recaudo en el país para
más adelante poder nivelar lo que hasta hace dos meses era la economía actual,
pero con el crecimiento en los índices de corrupción que se han evidenciado en
los últimos días la situación económica del país se complica aún más.
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Foto por: Johan Osorio (EH)
“AL CAÍDO CAERLE”
Para nadie es un secreto que esta crisis ha sido una
desgracia y más para quienes no alcanzan las diferentes ayudas que el gobierno
ha implantado donde su objetivo es cubrir las necesidades básicas de las
personas que ocupan el territorio colombiano en esta cuarentena. Pero no es una
desgracia en cuanto a cómo ha afectado el virus en la cotidianidad, sino una
desgracia en cuanto a cómo aprovechan algunos gobernantes aprovechan y sacan
tajada de la situación, este es el único delito que permanece estable durante
esta pandemia. Hace pocos días el gobierno nacional, a través del ministerio de
hacienda, protocolizó la creación del programa “Ingreso solidario” a través del
decreto 518 del sábado 4 de abril, como lo indica El Tiempo
en su sección economía solidaria. Esto con el fin de atender las necesidades de
hogares informales en condición de pobreza y vulnerabilidad pero que no estaban
inscritos en otros programas sociales recibiendo un monto de $160.000 pesos.
Pero
la problemática inició cuando varios usuarios encontraron inconsistencias en la
página del DNP al ingresar cédulas con números al azar los cuales salían
beneficiados, luego de ello en una entrevista realizada por Caracol radio al
registrador Nacional Alexander Vega afirmó que la Registraduría Nacional revisó
cerca de 2’648.772 cédulas encontrando 16.844 inconsistencias, entre ellas
cédulas de personas ya fallecidas y hasta tarjetas de Identidad registradas
como cédulas autorizadas para reclamar el beneficio.
También
números de cédulas que no han sido expedidas y otras que han sido canceladas
por alguna razón esto generó mucha
polémica ya que concluyen el desvío de los
recursos.
Otra
de las polémicas que se ha presentado desde días pasados es la corrupción en
contratos hechos por las diferentes Gobernaciones a nivel nacional casos como
la compra de camillas en Yopal Casanare, camillas que costaban alrededor de
$1’000.000 facturadas por $8’000.000, o
los mercados realizados en Santander que
elevaban sus valores a un 200% o en La palma Cundinamarca a un 336%, estos son
unos de los pocos casos presentados y denunciados por diferentes habitantes de
varias regiones.
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Fundación Hikari Yami
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