Los recicladores y recicladoras en su mayoría, trabajan día a día en vertederos de basura en las calles recuperando todo aquello que alguna vez se desechó, y puede volver a utilizarse.
Los recicladores que trabajan como independientes venden el material a intermediarios que a su vez son los que venden a los sectores mayoristas, en búsqueda del mejor postor. Los intermediarios deben juntar grandes cantidades de elementos a reutilizar para que se los compren a valores que les resulten favorables, razón por la cual acumulan antes de realizar la venta.
En Bogotá, el número de recicladores está calculado entre 7.000 y 10.000 y logran recuperar 1.500 toneladas diarias de material, que de no ser por la labor de los recicladores, tendría que ir a enterramiento como todas las demás “basuras”. Actualmente, el relleno de Doña Juana recibe 5.800 toneladas de residuos al día, de los cuales aproximadamente el 30% son reutilizables, es decir, se tiene un potencial de 1.700 toneladas para ser aprovechadas.
Este sector es quizá uno de los más marginados, aún dentro de los marginados. Es el grupo de aquellos que por distintas circunstancias viven de escarbar en las basuras, y en muchos casos, injustamente tratados como criminales, indigentes. Muchos consideran a esta forma de reciclaje como una labor marginal e inmoral.
Cabe resaltar la labor de este sector en la conservación del medio ambiente, el apoyo para buscar mejores prácticas ecológicas y ambientales, el apoyo a la industria que cada vez más requiere productos reciclables. Gracias a la actividad de los recicladores y recicladoras se obtiene un alivio para la salud ambiental de la ciudad, que aún es mínimo comparada con el obtenido si toda la población reciclara.
Aunque son muchos los recicladores informales en la ciudad, el apoyo de los demás ciudadanos es mínimo y la marginalidad social contra ellos aún es creciente. Debemos los demás ser parte de un cambio ambiental en la ciudad, y en lugar de apartar, admirar, a aquellas personas que desde su humildad hacen una labor para beneficio de todos.
La idea es que todos los ciudadanos tomen conciencia de la importancia del reciclaje y de sus efectos en el ambiente.
Lucia Bahamon
Fundación Hikari Yami
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