A
“Lupe”, la encontraron en un estado deplorable , tirada o más bien desechada en
una bolsa de basura, llena de moscos, sucia e inmóvil en un potrero en el
barrio Tintal, un barrio fundado en el
2002, conformado por una ciudadela ubicada en el Sur occidente de Bogotá,
conformada por conjuntos de casas y apartamentos, de estrato 2 y 3.
La
primera que vio a Lupe, fue una chica
llamada Luisa, quién público un vídeo en una página que se llama “salva un
amigo”, allí se publican todo tipo de casos de perros o gatos en condición de
abandono, deterioro o para dar en adopción, el vídeo fue de alto impacto, en él
se podía ver a la perrita, dentro de una bolsa de basura, tirada en un potrero,
llena de moscas y de todo tipo de insectos en su cuerpo, además no se podía
mover, por algún motivo tenía paralizadas sus patas traseras. Luisa, la
encontró allí, decidió darle comida por varios días e intentar sacarla de ahí,
pero esto le causaba mucho dolor a Lupe, no tenía dinero para llevarla a un
veterinario, sólo podía ayudarla de esta manera y así lo hizo durante varios
días. Hasta que decidió publicar este video y pedir ayuda. Difusión, era lo
único que pedía para que alguna persona pudiese ayudar de forma alguna. El
vídeo salió a luz el 12 de mayo del presento año, hubieron más de 1000
reproducciones y más de 500 compartidas a otras redes sociales. Mucha gente
pidió dirección y demás. Muchas personas, el mismo día, decidieron dirigirse allí
para poder ayudar a Lupe. Su condición era lamentable y más cuando intentaban
alzarla para sacarla de la bolsa, pues ella lloraba y gemía abruptamente,
finalmente, tras muchos intentos lograron sacarla de esa bolsa, al parecer la
habían abandonado y tirado dentro de ella, parecía que había acabado de dar a luz, pues tenía sus senos hinchados y colgantes, como
los tienen las mamás perrunas. Estaba en un estado de desnutrición severo, se
le podían ver sus huesitos, estaba herida y no podía caminar, tenía colapsada
sus patas traseras; entre varias personas la sujetaron y liberaron, muchos
llevaron alimentos, no quería comer y menos purina, tras su estado y condición al ser callejera y por su
situación no quería comer, lo único que
recibió fue un poco de agua y un sobre de comida especial que trae como un
aderezo.
Juliana
Restrepo Peña, junto a su esposo decidieron ayudarla y llevársela, ellos
cubrirían todos los gastos que incluyen:
alimentación, vivienda y exámenes médicos, además de su recuperación que podría
ser tardía debido a los múltiples daños que tenía. Juliana, dijo que cubriría
todos los gastos y nos estaría alertando de la situación de la perrita. Así,
todos la cargaron, la envolvieron en una cobija y la llevaron al platón del
carro, en el que venía la pareja que decidió ayudarla, la amarraron y se la
llevaron, a emprender esta travesía hacia su recuperación y su nueva vida. Le
hicieron varios exámenes, estaba infestada de pulgas, tenía una infección
urinaria severa, además de esto no tenía nada realmente grave. El doctor le
tomo exámenes a sus patas traseras y descubrió que habían quedo inmóviles tras
un caso de maltrato, al parecer la golpearon de tal modo que la dejaron
parapléjica, lo bueno es que se podía recuperar pues sus músculos solo estaban
encogidos.
Así
fue la transición de Lupe
La
esterilizaron y bañaron. Así, Lupe, fue rescatada del abandono y el maltrato
animal, ella logró encontrar a alguien quien la ayudase, pero no todos los
animales corren con la misma suerte.
El
problema ante el abandono animal, es un acto de irresponsabilidad y de falta de
conciencia, conciencia para estos seres que son indefensos y cada vez más
afectados.
La
sobrepoblación de perros callejeros indica que en la ciudad hay más de 90.000,
según la Secretaria de Salud, pero el problema se vuelve cada vez más complejo,
ya que los perros abandonados no han sido esterilizados y se reproducen
sucesivamente.
La
entidad encargada, de velar por el cuidado de los perros callejeros en Bogotá,
es Zoonosis Bogotá, quien antiguamente recogía a todo tipo de perros
callejeros, lo tenía durante una semana y si nadie los adoptaba o ayudaba,
recurrían a matarlos, pero esto cambio, al implementarse la ley en contra del
maltrato animal, 1774 de enero de 2016, la cual castiga la muerte o el maltrato
en animales, silvestres, domésticos y amansados, con multas de dinero y de 1 a
3 años de prisión. También permite que la policía detenga a los animales que
estén siendo víctimas de maltrato.
Después
de esta ley, Zoonosis Bogotá, no puedo seguir incurriendo en esta medida, pero
tampoco se ha hecho ninguna movilización, de esta organización, que se supone
es la encargada.
Hay
millones de fundaciones y de voluntarios que ayudan a estos animales, pero el
problema jamás se erradicará si la gente no se concientiza y reacciona ante
este fenómeno entendiendo que los animales son seres sintientes.
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